Además, fue comerciante. Entre sus obras públicas, hizo trasladar el cementerio a su actual ubicación. Fundó la Biblioteca popular y realizó adelantos en El Zapallar. En su honor, un busto en la Plaza Vieja lo homenajea.

Por Marcelo García
El 17 de noviembre de 1945 se le envía una nota anunciándole que por decreto de esa fecha es nombrado Comisionado Municipal de Quines.
En 1946, asumió como primer gobernador peronista de la provincia el doctor Ricardo Zabala Ortiz. Paralelamente en Quines, durante su mandato, el Sr Felipe Aquin sigue ocupando el cargo, representando a un nuevo partido cuyo creador, Juan Domingo Perón, marcaría un hito en la historia del país.
En 1946, asumió como primer gobernador peronista de la provincia el doctor Ricardo Zabala Ortiz. Paralelamente en Quines, durante su mandato, el Sr Felipe Aquin sigue ocupando el cargo, representando a un nuevo partido cuyo creador, Juan Domingo Perón, marcaría un hito en la historia del país.
Era de nacionalidad Siria, pero, como muchos inmigrantes de ese origen, se había “acriollado” completamente y había asimilado las costumbres locales aunque nunca olvidara las de su país. Entre estas últimas, gustaba de reunirse con sus compatriotas para fumar el narguile (ver recuadro aparte) a la usanza árabe, con quienes también compartía comidas típicas y charlas en su idioma natal.
Un correligionario suyo, el Sr. Eduardo “Lalo” Rodríguez, peronista desde los orígenes al que consultamos para que nos ayudara a trazar el perfil de Don Felipe, lo recuerda como un hombre que quería mucho a Quines, sencillo, humilde, bueno, que durante su mandato hizo lo que más pudo de acuerdo a sus conocimientos y saberes.
Aquellas eran épocas bravas, y Don Felipe, de pequeña contextura, andaba siempre con su revólver a cuestas.
Antes de llegar a Intendente, había participado en el intento de un golpe de estado en Santa Fe, junto a Don Zabala Ortiz y Justiniano Amaya –recuerda “Lalo” Rodríguez- después del fallido intento, se refugiaron en la estancia de Don Justiniano y eso le valió la gran amistad que siempre lo unió con Amaya y con quien llegara a ser gobernador de la provincia, Ricardo Zabala Ortíz, con el que además siempre mantuvo una nutrida correspondencia. Entre las cartas que conservan sus familiares, figura una atenta misiva del Gobernador Zabala Ortiz, en la que revoca la toma de posesión de su cargo el 30 de junio de 1948, lo saluda y agradece sus condolencias por el fallecimiento del senador Nacional por San Luis, Dr. Gilberto Sosa Loyola.
Felipe Aquín, de buena posición, tenía sus propios negocios, dos o tres minas en las que ocupaba a mucha gente y de las que extraía diversos minerales (wólfram, chelita) que vendía a Abdala de San Luis y un almacén de ramos generales ubicado en la Plaza Vieja de Quines. Abastecía a clientes de todos los alrededores con mercaderías de San Juan que llegaba en grandes carretones. Artículos de consumo de aquel entonces era la famosa “sal de teja” (que venía en pedazos muchas veces todavía sucios de tierra) y azúcar en terrones. También solía traer en tren objetos de Buenos Aires: relojes, cosas de vidrio, ropa y telas.
Don Felipe se casó en primeras nupcias con Emilia Aguiar; una mujer que acostumbraba vestir muy suntuosamente y al morir dejó como legado de su habitual elegancia hermosas ropas bordadas con oro, pieles y alhajas. Al tiempo de enviudar, Aquín formó pareja con otra mujer, con la que tuvo tres hijas: Blanca, Celia y Minucha, esta última, la única a quien dio su apellido.
Celia, a la que dicen Chicha, vive en Quines y recordó para este medio pasajes de la vida de su padre. Amante de fiestas, vivió aquella época de abundancia con generosa predilección por las carreras y el juego. Era gastador, pero pasó por la función pública llegando con lo propio que tenía y yéndose de igual modo.
Durante su gobierno buscó el bien de todos, favoreciendo, de acuerdo a la nueva doctrina peronista que nacía, a la gente humilde, aquella que antes –al decir don Lalo- no tenía derecho ni a reírse ni a bailar.
En Quines se realizaban los bailes populares en la plaza, con orquestas que venían de Villa Dolores, pero a la misma se la rodeaba de bancos y alambrado, para que el populacho no participara y sólo pudiera mirar.
Tal vez por eso, una de las primeras acciones de Don Felipe, fue la remodelación de la Plaza Vieja. La hizo achicar, trajo e hizo colocar hermosas plantas y en ella ponía una vitrola que había traído de Buenos Aires, la primera en Quines, para que toda la gente pudiera escuchar su música. La misma todavía es conservada en perfectas condiciones por su hija como una reliquia histórica y familiar al igual que un viejo fonógrafo.
Entre sus obras públicas, hizo trasladar el cementerio a su actual ubicación. Anteriormente se encontraba donde hoy funciona el balneario municipal. Fundó la Biblioteca popular y realizó adelantos en El Zapallar.
Dio puestos a los humildes, aunque municipalmente se manejó con solamente un secretario: Raúl Lucero.
Le preocupaba abaratar los precios de las mercaderías que componían la canasta familiar. En aquellos años, Quines contaba con dos o tres carnicerías que vendían la carne a distintos precios.
Al respecto, Don “Lalo” comenta que en Chile, país que no tenía ganadería, vendía la carne más barata que en Quines donde el comercio se desarrollaba libremente como se dieran las ganas de quien lo ejercía.
La gente pobre podía adquirir carne cuando alguien carneaba un animal bajo un árbol, pero el peso de lo que se les entregaba podía ser o no el que se pedía.
Felipe Aquín carneaba a mitad de precio para que pudieran comprar todos. Quería instalar en la localidad un mercado para abaratar los precios en el pueblo, pero tuvo mucha resistencia y no lo logró.
Su fortuna tal vez no llegó a ser muy cuantiosa, pero tuvo muchas propiedades que fue malvendiendo a lo largo de su vida. Viajó a Siria en dos o tres oportunidades y trajo de allí objetos valiosos.
Ya encontrándose mal de salud, en una ocasión, entraron a su casa y le robaron un cofre que contenía alhajas de oro.
Pese a que un viejo vecino sabía quién había sido el responsable del robo, nunca quiso decírselo llevándose el secreto a la tumba. El hecho empeoró mucho el estado de Don Felipe y precipitó su fallecimiento que ocurrió en el año 1960. En trances mortuorios instaba a sus hijas a que viajaran a Siria y buscaran los cofres con riquezas que tenía su familia enterrados en aquel país.
ANÉCDOTAS
EL BUSTO QUE DESAPARECIÓ
Uno de los primeros actos de gobierno de Felipe Aquín fue inaugurar un busto de Hipólito Yrigoyen. Aunque parezca insólito, por las diferencias políticas que podían separarlo del fundador de la Unión Cívica Radical, se podría interpretar el hecho como una expresión de deseo de integración entre los dos sectores.
La cuestión es que al busto se lo robaron poco después de erigido, seguramente por alguien que no estaba de acuerdo con las buenas intenciones de Don Aquín…
La nota graciosa, tuvo lugar cuando, al reclamar el intendente el busto en una reunión pública, la emoción de su voz remarcaba su característico acento árabe:
– ¿Quién me ha robado el busto de “Hopóloto Orogoyen”?
A pesar de sus clamorosos exhortos, el busto nunca más apareció.
POR PRESTAR UNA MÁQUINA
Don David Alume poseía una máquina de escribir marca Remington, que en ese entonces era la única que existía en la localidad de Quines y muy a menudo la solicitaban vecinos para escribir notas y cartas, entre ellos de la misma municipalidad.
Un día fue hasta la oficina municipal, un hijo de David, Toto, a cobrar la cuenta de luz, servicio que prestaba la usina de propiedad de su padre.
Pero Toro se encontró con Don Felipe Aquín muy enojado porque le había llegado un burlón y peyorativo anónimo escrito con la inconfundible tipografía de la conocida Remington, por lo que creyó que Don David tenía que ver con su autoría. El jovencito no pudo explicar la inocencia de quien tan solo prestaba la máquina a quien se la pidiese, sin saber lo que iba a escribirse en ella; antes bien, tuvo que salir presurosamente de la vista del airado intendente.
ANEXO
El Narguile:
imagen bajada de: www.taringa.net/posts/info/1666491/Narguila—Narghile—Shisha.html
También llamado pipa de agua o pipa oriental, está compuesto de una cazoleta, varios tubos largos y flexibles por los que se aspira el humo y un vaso lleno de agua perfumada, a través de la cual pasa el humo antes de llegar a la boca. Al tener varios tubos puede ser fumado por varios fumadores a la vez, los que se acomodan alrededor del narguile gracias a la longitud de los tuvos.
Artículo extraído del periódico La Pulga Nº 70 -Año 6 – Febrero de 2002 – pág. 3 y 4
ARTÍCULOS DE MUSEO
Entre las pertenencias que fueran de don Felipe se puede mencionar al último tocadiscos de su propiedad; un cuatro traído desde Siria con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús pintada sobre tela y un sillón hamaca. Además de innumerables documentos de los cuales algunos incorporé en la sección Otros documentos de interés que “Chicha” conserva intactos.
Fuente: Blog La Historia de Quines
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