La Ley 26.926 estableció el 19 de agosto como el Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) para generar conciencia sobre esta enfermedad y las formas de prevenirla.
El SUH es una enfermedad transmitida por los alimentos (ETA) causada por una cepa de la bacteria Escherichia coli que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas, y que afecta el sistema renal y urinario de los humanos.
Esta enfermedad puede presentarse a través de los siguientes síntomas en las personas: fiebre, vómitos y diarrea, sangre en las heces, irritabilidad, debilidad y letargo, falta de producción de orina, palidez, hematomas, hemorragias subcutáneas en forma de pequeños puntos rojos (petequias) y coloración amarillenta de la piel (ictericia).
Ante la presencia de alguno de estos síntomas en menores de 5 años –pueden estar acompañados de fiebre– se recomienda llevarlos inmediatamente a la consulta médica.
Una vez diagnosticado el SUH, un especialista propiciará lo que se denomina “tratamiento de soporte” a fin de contrarrestar los síntomas, en función de la edad, del nivel de gravedad y de la tolerancia a los medicamentos de cada paciente.
En este sentido, el director nacional de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, del Senasa, Alejandro Fernández, afirma que “El Organismo –por medio de los servicios de inspección– verifica que los alimentos, tanto de origen animal como vegetal, tengan la condición de inocuidad para un consumo seguro.
“Esto se realiza mediante procesos debidamente controlados que evitan que la Escherichia coli se encuentre presente en alimentos que llegan al consumidor; y a través de muestreos de vigilancia que permiten detectar los casos en que, si la bacteria se encuentra, el alimento no llegue a ser consumido”, explicó Fernández.
Por eso, sin bien el Senasa minimiza los riesgos de transmisión de la bacteria a los alimentos a partir de los controles permanentes en faena, es fundamental que los consumidores adopten adicionalmente una serie de cuidados al comprar, trasladar, almacenar, cocinar y consumir alimentos.
“Es importante que los alimentos que se compren cuenten con la debida identificación que asegure el control de organismos competentes como el Senasa y que se compren en sitios habilitados y autorizados para la venta de esos alimentos”, concluye Fernández.
En tal sentido, las principales recomendaciones para prevenir el síndrome urémico hemolítico son:
•Adquirir productos de origen animal y vegetal en establecimientos que reúnan las condiciones de higiene y habilitación necesarias.
•Cocinar muy bien las carnes ya que, asegurando su correcta cocción, la bacteria se destruye a los 70 °C (esto se consigue cuando la carne tiene una cocción homogénea). También, prestar especial atención al interior de preparados con carne picada.
•Cocinar la carne de cerdo hasta que pierda el color rosado.
•Consumir agua potable; ante la duda, hervirla.
•No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así evitará la “contaminación cruzada”.
•Lavarse las manos antes y después de comer, tocar animales, manipular alimentos e ir al baño.
•Mantener la cadena de frío de los alimentos.
•Consumir leche pasteurizada.
•Lavar bien las verduras, especialmente las que tienen hojas.
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