El mismo día que cumple 68 de edad, celebra medio siglo tomando imágenes de eventos sociales y familiares. En este día tan especial, lo entrevistamos y recorremos su vida.
Cuando la década del 70 comenzaba, Roberto del Valle Ramos empezó con una pasión que lo acompañó durante toda su vida, la fotografía. Por sus lentes pasó gran parte de la historia reciente de Quines principalmente, pero también de Luján, Talita, Candelaria y hasta San Francisco del Monte de Oro.
Roberto también fue Corresponsal del Diario de San Luis. Él enviaba a la redacción del Diario todas las noticias correspondientes a Quines y sus alrededores.
Hoy está de cumpleaños, pero a la vez, está cumpliendo bodas de plata como fotógrafo social de Quines y alrededores.
Ante esto fue entrevistado por nuestro medio y comentó sobre sus inicios: “A mí siempre me gustó la fotografía, tenía una gran curiosidad por el tema. Yo empecé a los 17 años haciendo cursos por correspondencia, así como se hacía en esa época, que vos sacabas un cupón de la revista D’artagnan y mandabas y de allí me fueron enseñando cosas que obviamente me fueron útiles pero que en la práctica me di cuenta que era distinto”, arranca entusiasmado.
“Empezamos juntos con un amigo que tenía que era Machuca pero él estuvo un tiempo y después no le gustó y dejó y yo seguí. Con él fuimos a comprar allá a San Luis la primera ampliadora, con la cual hice miles de fotos, fotos carnet, de fiestas, casamientos, cumpleaños, todas en blanco y negro. Trabajé muchísimo, empecé en la que era mi casa paterna y después, al tiempo, me mudé al frente de la plaza en un local que tenía Tito Montivero y allí trabajé haciendo primero fotos en blanco y negro y en la ampliadora que tenía hasta que ya después llegó el momento en que empecé a trabajar con las fotos en colores y mandándolas a hacer en Mendoza”, señala.
Era el tiempo de máquinas con rollo. “Había que completar un rollo para mandar a hacer y si la foto salía mal no podías corregirla cómo es actualmente”, recuerda con una sonrisa Roberto.
En 50 años por su lente han quedado inmortalizados miles de momentos. “He pasado momentos muy lindos en fiestas y cumpleaños, pero también trabajé muchos años sacando fotos para la policía, de gente que se quitaba la vida o gente que fallecía en accidentes. Son cosas que ya no hago, porque tampoco lo aguantaría”, confiesa.
Al momento de seguir rememorando, Ramos recuerda “cuando Mario Alume que estaba estudiando en Villa Dolores para ser piloto civil vino en una avioneta y salimos a andar en avión y sacando fotos, anduvimos en la zona del río, la ruta, el pueblo e hice muchísimas fotos y postales de las que lamentablemente no conservo ninguna”.
“Hoy estoy sacándole fotos a los niños que son hijos o nietos de chicos a los que ya les he sacado yo. Es la tercera generación. Es una cosa muy linda esto de tener contacto con la gente y andar todo el día con el tema de la fotografía”, confiesa emocionado.
“Hay gente que ya tiene sus años y le he sacado fotos cuando comenzó el jardín de infantes, u otros que me recuerdan que en su casa tienen fotos en blanco y negro o murales inclusive hechos por mí de cuando eran bebés. No hay una casa en Quines donde no haya una foto sacada por mí”, redobla la apuesta.
Al ser consultado sobre la actualidad del fotógrafo profesional, Ramos indicó que “está en peligro de extinción. Antes, en todas las fiestas si no estaba yo, a lo mejor no empezaba. Era así. Hoy con los celulares y las nuevas tecnologías todo ha cambiado”.
Roberto Ramos cumple 50 años como fotógrafo y está lleno de recuerdos pero también lleno de entusiasmo. “Gracias a Dios me siento bien y sigo teniendo el mismo deseo de estar en fiestas, en cumpleaños y seguir trabajando”.
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