
A los 97 años, la poetisa María Luisa Isaac nos deja físicamente, pero su legado literario sigue siendo un faro para los escritores de Quines, quienes la recordaremos siempre por su talento, generosidad y eterna alegría.
Por Mauricio Gutvay
Hoy, los escritores de Quines estamos un poco más solos. Nos falta su risa, su mano amiga, su palabra precisa que siempre estuvo cuando la necesitábamos. María Luisa Isaac, nacida el 26 de octubre de 1926 en San José, Córdoba, nos dejó físicamente hoy, 6 de septiembre de 2024. Pero su alma y sus versos perdurarán por siempre en esta tierra puntana que tanto amó y que hizo suya.
María Luisa era mucho más que una escritora. Hasta sus últimos días, con sus 97 años bien vividos, seguía escribiendo, como si el tiempo no pudiera alcanzarla. Su lucidez y entusiasmo eran asombrosos, como si dentro de ella habitara una fuente inagotable de vida. Sus dos libros, “Historia de San José” y “Los versos de mi vida”, son testimonio de su capacidad para condensar en palabras la inmensidad de los recuerdos y las imágenes más cristalinas. No escribía para pasar el tiempo, escribía para eternizarlo.
La conocí hace muchos años, y desde entonces nuestras letras se cruzaron y entrelazaron. Fui testigo de su generosidad, de su humildad, de su pasión desbordante por las palabras. No solo fui su lector, sino también su amigo. La acompañé en la edición de su libro “Versos de Mi Vida”, y tuve el honor de escribir el prólogo. Era imposible no dejarse envolver por su humor, su fuerza vital, y esa forma de ver el mundo que transformaba lo cotidiano en poesía. Me quedo con el enorme privilegio de haber propulsado cuando estuve brevemente en la función pública como Secretario de Cultura, el proyecto para que la declararan Personalidad Destacada de la Cultura de Quines, en 2013.
Recuerdo cómo, en cada conversación, María Luisa se reía del paso del tiempo, como si los años no fueran más que otra metáfora en su larga obra. Contagió humor y sabiduría en Quines, donde se enraizó y dejó una huella imborrable, enseñando, escribiendo comedias escolares, y compartiendo su amor por las letras con una lucidez que desconcertaba. En tiempos de nuevas tecnologías, cuando el teléfono fijo sonaba en casa, era señal inequívoca que del otro lado iba a estar María Luisa con algún proyecto empujándome con su juventud.
Hoy, quienes la conocimos, sentimos su partida en lo más profundo. Nos quedamos un poco huérfanos. Su ausencia deja un vacío en nuestra comunidad literaria, un eco de silencios que solo su pluma, siempre dispuesta, solía llenar. Pero, aunque ya no esté entre nosotros, sus palabras seguirán vivas, tocando corazones, enredándose entre los sueños de quienes la leímos y la quisimos.
María Luisa Isaac no solo escribió poesía, vivió como tal. Y es en esa inmortalidad donde seguirá entre nosotros, en cada estrofa que brote de nuestras memorias y en cada rincón de Quines que recuerde sus pasos.
Descansa en paz, querida amiga.

En el Rodaje de Bitácora, documental coproducido por nuestro portal

En diciembre de 2013. Momento en que es declarada Personalidad Destacada de la Cultura de Quines
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