Escribo esto en la mañana previa al partido final del Abierto del mundial de Pádel. Lo redacto antes que entres a la cancha a jugar uno de los partidos más importantes de tu corta vida.
Y lo hago así, sin esperar el resultado del encuentro de hoy, porque a esta altura considero que lo que ocurra en unas horas es secundario. Para mi vos ya ganaste.
Vos ya entraste en la historia del deporte de Quines, Francesca.
Porque con tus jóvenes 13 años lograste lo que nadie. Representar a tu pueblo, tu provincia y tu país en la competencia más importante a nivel global en tu deporte y en tu categoría. Y además, diste cátedra en cada partido.
Conseguiste que todos estemos atentos a lo que suceda con vos a miles de kilómetros y desde acá te alentemos atravesando distancias.
¿Cómo no voy a estar orgulloso de vos? Si con 13 años te subiste a un avión y, aun teniendo que dejar a toda tu familia en tu pueblo, te calzaste la celeste y blanca para perseguir tus sueños.
Te voy a contar una cosa, si prometes no reírte… Mi mayor logro deportivo a los 13 años fue un gol de rabona en la canchita de Pototo. Pero, 31 años después todavía me lo acuerdo. ¿eh? ¿Cómo no me voy a maravillar cuando veo que una chica de 13 años, que vive en mi pueblo, es una de las mejores del mundo en su deporte y sus jugadas son para poner en un cuadro?
La palabra “Mundial”, para mí, a los 13 años, era Italia 90 y ver por televisión como el Cani eliminaba a Brasil. ¿Cómo no se me van a llenar los ojos de lágrimas, 31 años después, cuando te veo eliminando brasileñas en un mundial?
Lo digo, ahora, a la mañana. Y no me voy a arrepentir de haberlo dicho sea cual fuera el desenlace de este mundial:
“Sos una de las deportistas más grandes de la historia de Quines”.
Porque además de talentosa, sos valiente. Ayer, se me hinchó el pecho de orgullo cuando al relator mexicano se le acababan los adjetivos para describir todo lo brillante que sos dentro de una cancha.
Se que muchos van a decir que estoy equivocado. Que no puedo decir que una chica de 13 es una de los mejores deportistas quinenses de todos los tiempos.
Porque vivimos en una sociedad donde muchos piensan que “todo tiempo pasado fue mejor”. Porque además aún quedan resabios patriarcales donde a muchos les va a costar aceptar que la mejor deportista sea una mujer y encima de solo 13 años.
Pero no me importa.
Porque si vos te bancas jugar un mundial a miles de kilómetros, lejos de papá, mamá y hermanos. Si te bancas tener que vender rifas y organizar torneos para poder llegar a viajar… ¿Cómo no me voy a bancar yo que me tilden de exagerado?
Solo me queda decirte gracias, Francesca. Por llevar el nombre de un pueblo tan chiquito como el nuestro tan lejos y ponerlo bien en alto. Y pedirte perdón… En nombre de todos los que pudieron haberte hecho el camino más fácil y no supieron o no quisieron hacerlo.
No te distraigo más, chica superpoderosa… Entiendo que debés estar ocupada.
Andá a jugar, Frances. Que nosotros acá -gracias a vos- seguimos soñando despiertos.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS