El escritor vive en Río Negro pero sus orígenes y su corazón están en Quines. Acaba de editarse su segundo poemario “Donde el Viento Canta”.
Claudio Amaya nació en Quines donde cursó sus estudios primarios, secundarios y superiores. Desde joven comenzó a escribir y formó parte de la Sociedad Quinense de Escritores en 1992, de la cual fue su presidente.
La vida y la vocación docente lo llevaron a la provincia de Río Negro donde recorrió distintas localidades hasta afincarse en Ingeniero Jacobacci donde además de ejercer la docencia no abandonó nunca su pasión por la escritura.
A partir de la edición de su nuevo libro titulado Donde el Viento Canta, Claudio dialogó con Norte Puntano. “Es mi segundo libro personal de poesías que es el género en el cual me siento más cómodo para desarrollar mis producciones. Luego de Sin pausa, sin prisa patagónica en el año 2011 que fue mi primer poemario, tenía una cantidad considerable de trabajos que estaban esperando ver la luz impresa. Así que en esta cuarentena, con mucho más tiempo para la lectura, la escritura me embarqué en la tarea de armar este libro que reúne 35 poemas“.
Claudio siempre tiene presente a su Quines y al momento de los últimos detalles del libro no dudó: “Una vez elaborado, solicité con cierta certeza que no me daría la espalda a mi querida profesora de Literatura de nuestra etapa de nivel secundario, la Sra. Cristina Figueroa para la elaboración del prólogo correspondiente, quien de manera inmediata, desinteresada y amorosa me aceptó la propuesta“.
“La tapa del Libro es una fotografía de un vecino jacobaccino, Juan Antonio “Tuerquita” Muñoz, que tiene como trabajo el captar imágenes cotidianas de nuestra localidad (Ing. Jacobacci) y de la Región Sur rionegrina, quien me facilitó la imagen que ilustra Donde el viento canta“, agrega Claudio.
“También debo agradecer a mi hijo mayor, Emanuel por ser el responsable del diseño y toda la logística con la imprenta para ver concretado este sueño“, se apura en señalar el ganador del premio de la Fundación Givre.
Al ser consultado sobre el por qué del título, el escritor señala que surgió de manera natural al observar que en muchas de las producciones que pueblan este libro el viento estaba de una manera u otra. “Además, te cuento que el viento es un protagonista casi cotidiano de nuestros días en esta meseta patagónica y como lo expreso en “Habitante del tiempo” muchos lo maldicen, yo aspiro, disfruto de su existencia. Contemplo nuestra cotidianidad que se amalgama a la presencia ventosa en estas tierras“, expresa con serenidad.
Respecto al contenido del libro, Amaya señala que a través de su poesía, a la que define como intimista, en este nuevo libro aborda diferentes temas que le interesan, le preocupan pero por sobre todo, “la significación descollante que tiene el acto de escribir, la poesía en mi vida“.
Respecto a los pasos a seguir, Amaya indica: “Dejaré andar solito Donde el viento canta y ya después tengo presto para imprimir otro poemario pero eso es futuro…Este aislamiento, como verás, desde lo personal y mi tarea literaria ha sido muy productiva“.
Claudio se despide con la humildad y la afabilidad de siempre. Desea que la normalidad vuelva pronto para regresar a Quines y presentar el libro en su pueblo, en ese sitio único en el mundo que lo vio escribir los primeros versos hace ya más de tres décadas.
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