
Desde hace 30 años desarrolla la actividad en Quines. En su día, nos permite conocer un poco más acerca de la profesión, nos cuenta sobre como ha evolucionado el trabajo en tantos años, las curiosidades, las cosas felices de su trabajo y las claves de su vigencia, en una charla sin desperdicio.
– ¿En qué momento decidiste ser peluquero?
– Decidí mi profesión a los 15 años porque mi madre era peluquera. Me gustaba mirar mientras ella trabajaba.
– ¿Desde cuándo trabajas en Quines?
– Llegué a Quines en el año 90 por cosas de la vida y hace 30 años que me trabajo de lo que me gusta.
– ¿Cómo ha ido cambiando tu trabajo en todos estos años?
– Mi trabajo fue evolucionando a partir de las exigencias que la moda requiere
– ¿Cuál es la clave para mantener la vigencia?
– La clave de la vigencia de la capacitación. Nunca se deja de aprender.
– ¿Qué cualidades o habilidades se requieren para ser un buen estilista?
– Las cualidades son muchas: principalmente saber entender el pedido de la clienta y adecuarlo al tipo de rostro, largo del cuello y edad. Esa es una buena manera de trasladar la moda a una persona. El cliente o la clienta tiene que retirarse del salón muy feliz. Es un efecto multiplicador.
– ¿Cuáles son las cosas más raras que te han pasado trabajando en la peluquería?
– Cosas raras suceden cuando la cliente trae una imagen de un trabajo (corte, color). Hay veces que cuesta hacerles entender que no se adapta a ella. Otra cosa rara, es que a veces existen maridos que se enojan porque quedan tan bien que hasta parecen menores que ellos, ja ja, y se olvidan que se producen para ellos.
– ¿Qué satisfacciones te trae o ha traído tu profesión?
– Satisfacciones muchas: conocer personalidades, hacer muchos amigos y por sobre todo haber conocido niños que venían a la peluquería y hoy son docentes, médicos, enfermeros, licenciados en comunicación. Me llena de orgullo y siempre se los hago saber. Disfruto de sus logros y también los siento míos.
– ¿Cómo los ha impactado la pandemia del coronavirus?
– La pandemia es un gran problema para todos. De nosotros depende que esto termine. Quiera Dios que todo lo malo que vivimos nos deje una enseñanza y nos mejoren la calidad de vida.
– ¿Cuánto hay de cierto de que los peluqueros ofician muchas veces de psicólogos de sus clientes?
– Somos psicólogos, porque en mi caso oigo los problemas y trato de darles un sano consejo. Somos más que nada amigos. Todo queda entre nosotros.
– ¿Qué mensaje le dejarías a la gente de Quines y la zona que los ha acompañado todos estos años?
– El mensaje que tenemos para darles junto a mi esposa Julieta es un agradecimiento gigante por todos estos años junto a nosotros. Gracias a quienes valoran nuestro trabajo. Tratamos de ser cada día mejores personas y estamos seguros que juntos podemos lograr grandes cosas.

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