Dejó de existir el domingo 29 de Junio de 2003. Fue una de las personalidades más destacadas de la historia reciente de Luján y una de las escritoras sanluiseñas más ilustres.
María Delia Gatica de Montiveros nació en la localidad de Luján, el 29 de diciembre de 1907. Se recibió de maestra normal nacional en la Escuela Normal “Paula Domínguez de Bazán” de San Luis; y se graduó de doctora en Filosofía y Letras, en la Universidad del Litoral.
Fundó y presidió el Centro de Investigaciones Folklóricas “Dalmiro S. Adaro” de San Luis; fue también la presidenta de la filial de la Sociedad Argentina de Escritores San Luis, y directora de Cultura de la Provincia.
Montiveros, realizó una extensa actividad docente. Se desempeñó como profesora de las cátedras de Pedagogía Contemporánea, Introducción a la Pedagogía, Metodología y Práctica de la Enseñanza, en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de San Luis. En el nivel medio, fue profesora de Castellano, Latín, Literatura, Historia Argentina y su Cultura, en distintos establecimientos secundarios de San Luis.
Entre sus principales obras se encuentran:
Libros: “Intención”, poesías, 1941; “Pausas”, poesías, 1942; “Dolor y júbilo”, poesías, 1948; “Por los caminos de Luján”, cuentos, 1948; “Juana Manuela Gorriti”, estudio, 1948; “El Ala Centenaria”, poesías, 1950; “Poemas para niños”, 1954; “Cuentos de Don Benito”, 1962; “Aires de mi tierra”, poesías, 1969; “A la sombra del naranjal”, prosa, 1976; “Familias fundadoras de Luján”, crónica, 1979; “Mundo Plural y uno”, poesía, 1980.
Folletos: “El lenguaje y la Cultura”, “Examen de la poesía actual”, “Invocación al niño que fui”, “La Iglesia de San Juan Bautista de Luján”, “Mujeres de mi pueblo”, “Juan Crisóstomo Lafinur”, etc.
Obtuvo numerosos premios: 1° Premio, Certamen Nacional de la Leyenda puntana, 1954; 2° Premio Sociedad Interamericana de Escritores, 1952; 1° Premio, Instituto de Investigaciones y Divulgaciones del Folklore Cuyano, Mendoza 1952, Becaria del Fondo Nacional de las Artes (1070/1971) y Delegada del Fondo Nacional de las Artes. Además fue distinguida con el premio Divino Maestro por el Consejo Superior de Educación Católica (1983).
Se impuso su nombre a una plaza en su “patria chica”; la comisión municipal de Cultura de Luján la nominó “Tesoro Viviente” en 1991, y el Gobierno de San Luis la nombró “Tesoro viviente de la cultura Provincial”, en 1992.
Falleció a los 95 años. Sin dudas, su voz perdurará en el tiempo, a través de sus escritos y sus enseñanzas. Quienes estuvieron cerca de esta ilustre puntana, destacaron que nunca dejó de escribir, y como dijo el profesor Hugo Fourcade en las páginas del entonces Diario de San Luis “allá está madurando en silencio, refugiada en la más íntima intimidad de la artista mujer, de la artista madre, de la artista esposa, de la intrépida luchadora de la cultura de San Luis”.
Dejó de existir el domingo 29 de Junio de 2003 minutos después de las 21hs., en su casa, junto a sus seres queridos. Sus restos fueron velados en su domicilio de avenida Illia 78, desde donde fueron despedidos por el presidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana, Hugo Fourcade, también en representación de la Junta de Historia y la SADE filial San Luis. Luego se ofició una misa de cuerpo presente en la Iglesia Catedral, donde el párroco, Daniel Pérez, evocó sus virtudes cristianas. Posteriormente se trasladaron a la localidad de Quines, pasando primero por su querido Luján, y sus restos fueron inhumados en el panteón familiar, junto a su esposo.
En su honor, una calles de su pueblo natal y una escuela de San Luis llevan su nombre.
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