Dirigido por Rosana García, el comedor primero fue un merendero y desde hace un año le da de comer a chicos de bajos recursos. Ahora cuando la crisis es más apremiante no dejan de trabajar.
Rosana García es docente. Eso le permitió encontrarse con una realidad preocupante: muchos chicos con bajo peso. Esto la llevó (hace un año) a transformar el merendero Esperanza, que ya funcionaba desde hace dos, en un comedor, con el objetivo de poder darle los chicos una alimentación nutritiva, con postre y, además, enseñarle hábitos como el lavado de manos, antes de comer.
Las personas que trabajan en el comedor lo hacen completamente ad honorem. En el comedor se da prioridad a los niños, a los adultos mayores y a las mamás embarazadas.
Al mismo tiempo, el trabajo en el comedor les permite detectar otro tipo de carencias, algún problema o dificultad, a partir del mismo contacto con la gente va surgiendo la necesidad y entonces puntualmente tratan de resolver el tema gracias a la solidaridad de la gente de Quines.
“Vestimenta siempre nos ayuda viste con calzado, por ejemplo”, señala el Pastor Miguel Chirino esposo de la directora del comedor y fiel colaborador en las tareas logísticas. “El tema de la ropa es por ejemplo algo que se consigue más fácilmente. Hay gente en el comedor que se ocupa de arreglarla y ponerla en condiciones. También tenemos un mayorista en Villa Mercedes que se llama El Rey de los precios que en forma mensual nos manda mucha mercadería”, señala Chirino.
No obstante esas ayudas, la necesidad es tan grande que a veces falta. Entonces allí hacen empanadas a beneficio o cruzadas solidarias por los negocios donde explican el trabajo y la mayoría de la gente colabora.
“En este caso puntual, a partir de esta crisis que estamos atravesando, y que es de público conocimiento, sentimos que teníamos que salir a paliar la necesidad”, indicó la directora del comedor. “Ante esto, el Diputado Javier Giménez nos hizo una importante donación, que incluía 100 cajas de leche que es algo muy necesario en este momento donde la gente nos comenta que no la están recibiendo”
Los voluntarios del comedor, ante la crisis, están haciendo entregas en los domicilios de las personas de bajos recursos que habitualmente iban a comedor y no pueden hacerlo. Toman los datos y le hacen firmar simplemente para tener un mayor control y transparencia.
En la actualidad se encuentran con complicaciones de logística propias de la cuarentena que no les impide esforzarse para tratar de llegar a lugar donde la gente no tiene ya para comer.
En la actualidad hay seis personas que se arriesgan y lo hacen totalmente ad honorem. El objetivo es hacer viandas y llevarle a los chicos y a las personas que acuden al comedor puntualmente, ya que no quieren poner en peligro la salud de ellos para que mantengan el aislamiento.
“Les agradecemos a los que colaboran desinteresadamente. A los que ponen el cuerpo. Son muy valientes, más allá que llevan barbijo y alcohol en gel, es arriesgado y ellos lo hacen con gusto”, indico Miguel Chirino.
El número al que se puede comunicar quien desee colaborar de alguna manera es el 0266 4489174
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