El 2 de noviembre de 2011, un tren de cargas arrolló a un micro escolar en un paso a nivel en Zanjitas, San Luis. Ocho personas, seis alumnas y dos docentes, murieron en el acto, en lo que constituyó la peor tragedia de la historia de la provincia. Entre las víctimas se encontraba la profesora quinense, Jésica Brancal.
El 2 de noviembre de 2011 tuvo lugar la peor tragedia ferroviaria en la historia de la provincia de San Luis: el accidente de Zanjitas.
El hecho se produjo cuando un colectivo escolar fue embestido por un tren de carga de la línea San Martín -entonces operada por la concesionaria América Latina Logística (ALL)- en el paso a nivel de la ruta provincial 3 sobre la “Vía Beazley” (ramal Justo Daract-Beazley-La Paz).

La formación carguera, encabezada por una locomotora Alco FPD7 y compuesta por 44 vagones contenedores cargados con cal y cemento, impactó contra el ómnibus y lo arrastró por unos 200 metros. La violencia del choque provocó que en el acto murieran ocho personas: seis alumnas (de entre 10 y 11 años) una docente y la vicedirectora de la escuela. El viaje tenía como objetivo una recorrida solidaria por escuelas rurales de la provincia y la asistencia a un retiro espiritual.
La rápida acción de los pobladores de la zona en el rescate de los heridos y el auxilio de los accidentados le valió a Zanjitas ser declarado “Pueblo Heroico” en diciembre de ese mismo año.
El paso a nivel en el que se produjo el siniestro no contaba con barrera ni con señales lumínicas ni sonoras, aunque sí estaba señalizado con la cruz de San Andrés.
Jésica Sabrina Brancal falleció trágicamente ese día. Según tituló Clarín el 4 de noviembre de ese año, “Jésica se tiró encima de las nenas para protegerlas”. Es decir, hasta en su último acto, Brancal mostró su solidaridad y amor, al ponerse como escudo adelante de las alumnas.
El miércoles 25 de agosto de 2021, casi una década después, autoridades y pueblo de Quines, honraron la memoria de Jésica Brancal colocando su nombre en la renovada plaza del Barrio 53 viviendas.
En aquel momento, la rectora de Instituto “San José”, Profesora Clides Alvarado hizo una semblanza de Jésica: “De gestos amables, educada, serena en sus modos, amigable y de sonrisa fácil, siempre estuvo comprometida con el estudio a punto tal de ser el mejor promedio cada año y destacarse en las practicas de atletismo“. “Una plazoleta es un espacio dedicado a los pequeños, a esos seres que tanto amó Jesica . Este gesto de reconocimiento que hoy nos ha reunido permitirá que su pasado no se olvide y su memoria permanezca en el orgullo de quienes forman parte de esta localidad“, cerró la directora.
Quien fue su gran amiga, Anahí Luciani, también tuvo emotivas palabras, y la recordó: “Desde chica ayudó a todos… a los niños y a nosotros, sus compañeros. Jésica era buena en todos los deportes. En todo era 10. Nos ayudaba a ganar en la semana del estudiante. Era nuestra Messi. Siempre de buen humor, con una sonrisa, un detalle. Siempre Yeyo dando mas. Ayudando al resto a ser mejor”
El Intendente Municipal, Oscar Macías, junto a los padres y la hermana de Jésica descubrieron la placa en su honor. La misma señala: “Por su compromiso, dedicación y ejemplo de profesionalismo. Tus recuerdos vivirán siempre en nuestros corazones“.
Autoridades legislativas y el Secretario de Gobierno Municipal colocaron una ofrenda floral.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS