Es una de las celebraciones religiosas más populares y antiguas del Norte Puntano que se realiza desde hace 130 años en el oratorio de La Tusca, ubicado al norte de Luján y al oeste de Quines. Este año, la pandemia llevó a suspender la celebración masiva.
“A 15 Km de Luján y a 26 km de Quines, en el paraje La Tusca, todos los 4 de agosto se realiza una antigua celebración que llegó a reunir a unas tres mil personas en las décadas de 1940 y 1950. La misma se realiza desde 1890“, indica el historiador Marcelo García en su blog La Historia de Quines.
Este año atípico no habrá las celebraciones populares a las que se está acostumbrado. Normalmente la jornada comenzaba con la misa en el atrio de la parroquia y luego se realizaba la procesión alrededor del predio de una hectárea conocido como La Playa. Al atardecer comienzan a sonar los acordeones y guitarras y la fiesta se desplaza a los bodegones que se improvisan en el lugar. En el año 2019 acudieron más de 1000 personas.
“A ella concurren feligreses procedentes de toda la zona rural circundante, de Luján, Quines y desde San Juan. Testimonio de esto son las placas de agradecimiento que dejaron personas de distintos puntos del país“, señala el Profesor Marcelo García.
“La historia cuenta que la imagen fue encontrada en La Rioja por una niña llamada Avelina y en su vejez fue entregada a la familia Valdez que la trae a La Tusca y desde ese momento es custodiada desde hace casi un siglo por cinco generaciones por esta familia“, señala el Blog La Historia de Quines.
Fuente: La Historia de Quine
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