
Dirigentes de alto rango del Partido de Todos Unidos han anunciado su renuncia en masa, citando desacuerdos fundamentales con el liderazgo de Adolfo Rodríguez Saá. Julio Gómez, ex intendente de Quines, se suma a este éxodo político que deja al partido al borde del colapso. Ayer hubo una conferencia de prensa con líderes salientes.
En una conferencia de prensa, los líderes salientes expresaron su descontento con el rumbo del partido, acusando a Rodríguez Saá de comportamiento “caprichoso” y “autoritario”. Alegan que la esencia y los principios que dieron origen al partido ya no se reflejan en su realidad actual.
Hugo Murgo, Harold Bridger, Julio Gómez, José Gil y Javier Darnay, entre otros dirigentes, explicaron los motivos de su alejamiento, aunque todos los dardos fueron dirigidos casi exclusivamente a Adolfo y su accionar en el último tiempo donde suspendió y expulsó a dirigentes y militantes de la agrupación que conduce junto a su esposa Gisela Vartalitis. Además, indicaron que no solo renunciaron al partido, sino también a los cargos que tenían en el Gobierno. Señalan que la salida abarcaría a unos doscientos dirigentes. “Nosotros somos todos dirigentes expulsados del Partido Justicialista junto a Adolfo Rodríguez Saá. Lo seguimos y juntos creamos este espacio político, pero él como conductor ya no nos representa. Esta no es la forma en la que pensamos y repensamos este partido”, afirmó Darnay, el mercedino encargado de abrir la charla con los periodistas.
“En el caso del norte, nosotros fuimos con Todos Unidos esperanzados en que esto iba a ser muy democrático, cosa que no fue y que nos encontramos con otra cosa. Hoy venimos algunos expulsados de Todos Unidos, otros por expulsar, pero lo que nos une hoy es que hemos hecho un comunicado que no queremos pertenecer más a Todos Unidos”, aportó el dirigente Julio Gómez. Cuando se le preguntó si quien los expulsó fue Rodríguez Saá, respondió: “No, no, no, no sé”. Consultado sobre si hubo diálogo con el exsenador, dijo que lo charlaron “en su momento y después hubo un abrupto corte de diálogo”.
“Vamos a ser claritos muchachos, acá Adolfo Rodríguez Saá se manejó muy mal. Es un caprichoso, dispuso la expulsión del partido no solo a mí, sino a otros dirigentes. Se manejó como si fuera el dueño y señor del partido Todos Unidos, cuando es un espacio creado por todos”, destacó Murgo.
La salida, que incluye a más de doscientos dirigentes provinciales, ha generado un fuerte impacto en el panorama político de San Luis. Los renunciantes también han dejado sus cargos en el gobierno provincial, marcando un fin definitivo a su colaboración con el partido.
Esta renuncia masiva ha dejado al Partido Todos Unidos al borde de la desaparición, evidenciando la necesidad urgente de una reevaluación y reestructuración dentro de la agrupación política.
Foto: Gentileza La Gaceta Digital

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