
En el marco del Día del Orgullo, presentamos una entrevista exclusiva con Andrea Victoria Solange, quien se ha convertido en un símbolo de lucha y superación al convertirse en la primera chica trans en obtener su documento legal como mujer en Candelaria. Su valentía y determinación han dejado una huella imborrable en la sociedad, desafiando prejuicios y discriminaciones.
En esta entrevista, comparte sus experiencias personales, los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su vida y cómo ha logrado superarlos con resiliencia y amor propio. También nos cuenta sobre su labor en el Registro Civil de Candelaria, donde ayuda a otras personas a obtener su reconocimiento legal, dejando un impacto positivo en la comunidad.
Hoy, en el Día del Orgullo LGBTQ+, en Norte Puntano celebramos la diversidad y reafirmamos nuestro compromiso de luchar por la igualdad y los derechos de todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género. Andrea Victoria Solange nos inspira con su historia y nos invita a reflexionar sobre la importancia de la aceptación, el respeto y la inclusión.
No te pierdas esta reveladora entrevista con Andrea Victoria Solange, una voz poderosa en la lucha por la igualdad y la visibilidad de la comunidad LGBTQ+.
¿Con qué prejuicios has tenido que lidiar en tu vida? ¿En qué ámbitos o situaciones te has sentido discriminada? ¿Cómo lo manejas?
Uno de los prejuicios con los que he tenido que lidiar en mi vida ha sido la discriminación social. Me discriminaban por quién era, por cómo vestía, por lo que decían, por cómo me miraban y también recibía insultos. En mi pueblo, nunca he enfrentado situaciones graves de discriminación. Siempre las he enfrentado con la frente en alto, sabiendo quién soy, hacia dónde voy y siempre con una sonrisa.
Cuéntanos sobre tu experiencia al convertirte en la primera chica trans en obtener tu documento legal como mujer en Candelaria. ¿Qué significó para ti este logro personal?
Una de las experiencias más maravillosas de mi vida fue sentirme como soy. Lo logré gracias a la inserción laboral travesti trans de la provincia de San Luis. Hoy muchas chicas del colectivo LGBTQ+ como yo pueden decir con orgullo su nombre. Yo soy Andrea Victoria Solange, orgullosamente trans. Este logro, para mí en lo personal, demuestra al mundo que todos podemos ser lo que queremos ser. Solo es cuestión de sentirlo, de gritarlo y de vivirlo realmente.
Trabajar en el Registro Civil de Candelaria y ayudar a otras personas a obtener su reconocimiento legal es una labor admirable. ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar allí y qué impacto has visto en la comunidad?
En mi vida, siempre he trabajado acompañando a la comunidad de mi pueblo en diferentes ámbitos laborales por los que he pasado. En esta ocasión, la oportunidad de trabajar en el Registro Civil surgió a través de la inserción laboral travesti-trans de la provincia de San Luis, lo cual me llena de orgullo. Es uno de los trabajos en los que estamos más presentes en la vida de una comunidad, donde nacen, se casan, se reconocen, se diferencian y también mueren. Siempre he tenido presente que la mayor satisfacción de un pueblo es el bienestar de su gente, brindarles la solución, el respeto y la atención que merecen.
Ser una referente en los pueblos de nuestro departamento implica ser un modelo a seguir para muchos. ¿Cómo te sientes al ser una inspiración y qué mensaje les transmitirías a aquellos que luchan por su identidad y derechos?
Vivimos en un mundo donde, gracias a otras compañeras activistas travesti-trans que lucharon y dieron su vida, y que continuamos su legado por una sociedad de iguales derechos para todxs, podemos salir a las calles siendo quienes realmente somos. Me siento honrada de ser una inspiración y un referente para otros. Mi mensaje para aquellos que luchan por su identidad y derechos es que no se rindan. Luchen por ser quienes son, por quienes quieren ser. Basta de discriminación y bullying. A los padres y familiares, los insto a que apoyen, acompañen, respeten y brinden las herramientas necesarias para que nuestros hijos sean felices, como decidan ser, en una sociedad libre de prejuicios.
¿Cuáles crees que son las mayores urgencias a resolver de la comunidad LGBT?
Como una de las compañeras de la comunidad LGBTQ+, considero que una de las mayores urgencias a resolver es la creación de una sede u oficina en el departamento Ayacucho. Esta sede sería fundamental para brindar información y ayuda necesaria a la comunidad en general. Muchas personas, especialmente aquellas con bajos recursos o que no pueden viajar, enfrentan dificultades para acceder a tratamientos médicos, medicamentos, especialistas y la información adecuada que necesitan. Es importante contar con un espacio que proporcione acompañamiento y recursos adecuados para todas las personas del colectivo.
¿Qué esperanzas y sueños tienes para el futuro en términos de derechos y reconocimiento para la comunidad LGBT, tanto a nivel personal como a nivel más amplio?
Una de mis mayores esperanzas es que podamos vivir en una sociedad libre de prejuicios, discriminación, etiquetas y burlas. Sueño con una comunidad donde seamos aceptados y respetados, donde podamos expresarnos libremente y disfrutar de la igualdad de derechos.
¿Qué consejo les darías a aquellos que aún están luchando por su identidad y enfrentan desafíos en su camino hacia la aceptación y la igualdad?
Mi consejo sería que luchen, que no se rindan. No hay nada de malo en ser quienes son. Simplemente ámense y valórense. Nadie tiene el derecho de decirles cómo deben sentirse con respecto a su sexualidad, género o forma de vestir. Existen hombres, existen mujeres, existen personas que se sienten mujer un día y no al siguiente, existen personas que no se sienten identificadas con ningún género, y todo eso es válido. Eso es el orgullo, nadie tiene el derecho de decirles cómo deben sentirse. Somos seres en constante crecimiento y vivimos para ser lo que queremos ser. A la comunidad, ya sea padres, madres, hermanos, etc., les insto a que antes de juzgar a alguien de su familia, preguntenlé cómo se siente. Valoremos y apoyemos la homosexualidad, ya que no es una condición de vida. Ser cómo sos es la verdadera felicidad. No esperemos a que sea demasiado tarde, recuperemos nuestras identidades y amémonos tal como somos. ¡Volvamos a amarnos a nosotros mismos!
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