Luchadora incansable, participó activamente en la vida social y educativa de San Francisco, entre las últimas décadas del siglo XIX y los primeros años del siglo pasado. Hoy su casa es un museo.
En nuevo aniversario del fallecimiento de la Srta. ROSENDA QUIROGA (1869-1931), figura fundamental de nuestra historia local, comparto como cada año un breve repaso de su biografía. Rosenda Quiroga nació en San Francisco del Monte de Oro, provincia de San Luis, el 1 de marzo de 1869. Fueron sus padres Don Emilio Quiroga (sanjuanino) y Doña Lucía Molina (puntana).
Cursó los estudios primarios en su pueblo natal, para luego trasladarse a la ciudad de San Luis, donde se graduó en la Escuela Normal de Maestras, a fines de 1889.
Al poco tiempo, es designada para dirigir una escuela de la Banda Sur de San Francisco, cargo al que renuncia en solidaridad con el personal, declarado cesante. Este gesto fue valorado por sus superiores quienes la ubican como directora de la Escuela de Niñas de la Banda Norte. Además de este cargo, también se desempeñó como profesora en la Escuela de Varones y posteriormente Sub-Regente y catedrática de la Escuela Normal.
Pero su acción no se limitaba a las aulas, ya que a lo largo de su vida participó activamente en numerosas comisiones y asociaciones, impulsando notables adelantos para la comunidad. Por mencionar algunas, fue miembro de la Junta Vecinal de Fomento de la Villa, de la Biblioteca Popular “Juan de Dios Escobar”, de la Comisión de Damas Pro-Templo y de la Comisión Pro-Mejoramiento de la Plaza.
Fue además Corresponsal durante varios años del diario “La Nación”, entre otros periódicos y revistas con los que colaboraba frecuentemente. También fue central su actuación en conferencias y discursos, disertando sobre temas científicos, culturales e históricos.
Pero seguramente su legado más grande fue su incansable lucha por la Escuela Normal de San Francisco. Esta institución, abrió sus puertas el 23 de agosto de 1915. Sin embargo, en 1930, es injustamente suprimida, lo cual afectó severamente a la prestigiosa docente.
Desahuciada y con un profundo dolor a cuestas, protestó mediante los medios que tenía al alcance: la vía epistolar y el periodismo. Tras agobiantes jornadas de angustia e incertidumbre, finalmente, un 2 de noviembre de 1931, falleció a los 62 años.
En la casa donde transcurrió su existencia funciona actualmente un Museo. Lleva su nombre una importante calle de San Francisco del Monte de Oro, la Biblioteca Pedagógica del IFDC de San Luis y la Escuela Pública Autogestionada N°1 de La Punta.
Facebook
Twitter
Instagram
YouTube
RSS