
Dos talentosas artesanas, expertas en tejido a crochet y objetos en papel, nos abren las puertas de sus mundos figurativos, donde crean con manos diestras y corazones llenos de color.
Las manos de mi madre
Llegan al patio desde temprano
Todo se vuelve fiesta
Cuando ellas juegan junto a otros pájaros
Junto a los pájaros
Que aman la vida
Y la construyen con los trabajos
Arde la leña, harina y barro
Lo cotidiano se vuelve mágico
Se vuelve mágico. Como pájaros en el aire, Peteco Carabajal.
Por Mercedes Centena
El trabajo manual implica concentración, dedicación e imaginación.
Estas artesanas, especializadas en tejido a crochet y creación de objetos en papel, poseen ampliamente estos dones.
Han construido, en sus vidas y hogares, espacios figurativos donde, en soledad, generan un universo de objetos de colores finamente terminados, listos para la venta o para exhibir en ferias y paseos.
A partir de un ovillo de lana o de un pliegue de papel y cartón, erigen auténticas catedrales de objetos con tonalidades suaves o brillantes que serán admiradas por sus clientas, las cuales a su vez los obsequiarán a otras personas.
La delicadeza, paciencia y alegría son inherentes a su proceso creativo y estas características se reflejan en su trato coloquial y cotidiano.
En esta nota, rindo homenaje a todas las mujeres de Ayacucho y de la provincia de San Luis que luchan diariamente a brazo partido para sacar adelante a sus familias: tejen, cocinan, arman, desarman, plantan, siembran, alimentan, amasan, van y vienen durante todo el día y todos los días, con esfuerzo y en silencio. Realizan estas acciones sin luces en el escenario ni fuegos artificiales, pero son imprescindibles para todos y todas. No solo por sus sencillas obras, sino también por su ejemplo luminoso y amoroso.
“Haybee Tejidos Artesanales”
Un domingo de abril del año pasado, nos sumergimos en el encantador mundo de Haybee Tejidos Artesanales, un emprendimiento único ubicado en Luján. Fundado por Rosa Ponce y su hija, este rincón artesanal es el resultado de una tradición familiar tejedora y la pasión por crear piezas únicas.
Rosa Ponce, proveniente de la provincia de Santa Fe y oriunda de El Tostado, llegó a Luján en 1997 junto a su esposo Octavio Gómez y su hija de 7 años. Se establecieron en la hermosa casa del maestro Celestino Gómez, destacada por dos imponentes Palos Borrachos en la puerta principal.
Miembro de una familia con habilidades tejedoras, Rosa aprendió el arte de las dos agujas de su madre, transmitiéndolo posteriormente a su hija, quien desde temprana edad mostró dedicación y creatividad en esta tarea. Así, entre bufandas, gorros y mitones, tanto al crochet como con dos agujas, dieron vida a Haybee Tejidos Artesanales.
Tejer, según Rosa, es crear con las propias manos algo útil y hermoso para regalar o vender. En nuestra entrevista, compartió un fascinante episodio del año 2014: el Gobierno Nacional colaboró con pequeños productores y artesanos mediante un programa innovador. Este programa, gestionado por un Banco Comunitario, otorgaba créditos para la compra de materiales, materias primas o herramientas a emprendedores capacitados.
La metodología, consistente en la asociación de cinco productores, se mostró efectiva y se preguntó por qué no se replica en otros lugares del país con necesidades similares. La dinámica incluía reuniones semanales donde presentaban pedidos con presupuestos, recibían el crédito y, tras saldarlo en cuatro cuotas, se dedicaban a la producción.
Rosa invirtió su crédito en lanas, hilos y agujas de tejer, dando origen a un variado stock. Junto a su hija, inauguraron un local en casa, exhibiendo sus creaciones en redes sociales como Instagram y Facebook.
Contacto: Haybee Tejidos Artesanales – Móvil 266 4332955
“Un Encuentro con el Talento Artesanal de Carmen Fernández”
En una soleada mañana, tuve el placer de visitar el hogar de Carmen Fernández, ubicado en el corazón de Luján. La razón de mi visita era profundamente especial: descubrir y compartir con ustedes las magníficas obras de arte que Carmen, con sus manos talentosas, ha dado vida.
Carmen es una artista versátil cuyas habilidades abarcan desde la pintura en tela y el tejido de frazadas utilizando agujas hechas de ramas de sauce, hasta el bordado manual, la creación de muñecas africanas en papel maché, y su especialidad: objetos de papel ilustración plegado que capturan la esencia de su creatividad.
Originaria de Santiago del Estero, Carmen se estableció en Luján hace 47 años, tras casarse con un lugareño a quien conoció cuando él viajaba con la empresa a trabajar allá. Vive en un sector de una hermosa casa antigua que pertenecía al maestro Celestino Gómez. Durante nuestra charla, Carmen compartió anécdotas de su vida, revelando una pasión por la cría de cabras, una habilidad heredada de su padre y cultivada desde su infancia. Ella lo acompañaba al campo y así aprendió a enlazar, a mañar, a ordeñar las vacas que criaba su familia, y más adelante cuando vivía ya en Luján aprendió a carnear. A pesar de su dedicación a este quehacer rural, Carmen conserva una delicadeza en sus manos, un rostro radiante y una sonrisa que ilumina cualquier habitación.
Curiosa sobre cómo había adquirido tales habilidades en una variedad de artesanías, Carmen relató su viaje creativo. Comenzó asistiendo a un taller donde aprendió a tejer frazadas con telas con Francisca Agüero. Tejió frazadas , las vendió, regalo algunas , les hizo para sus dos hijas y sus dos hijos. Luego interrumpió está actividad y se dedicó a criar cabras mucho tiempo hasta que tuvo un accidente bajando de la sierra trayendo las cabras. Le cayeron dos piedras que se despegaron sobre el pie. Quedó con dificultades para caminar y muchas veces le duele, está en tratamiento médico, pero es un malestar que se le hizo crónico.
Hace aproximadamente diez años, Carmen asistió a un taller municipal que le enseñó el arte de construir objetos con papel ilustración plegado, una técnica que exige paciencia y concentración. Entre sus piezas, destacan los cisnes de papel. Me contó que a su papá le gustaban mucho.
Al preguntarle sobre en que modelos se inspiraba para realizar tan bellos y variados trabajos a mano, Carmen respondió con sencillez: “Así nomás, mentalmente”.
Espero que disfruten descubrir el talento de Carmen tanto como yo. ¡Su obra es realmente una maravilla!
Una visita a Luján nos ofrece un vistazo a la extraordinaria habilidad y creatividad de Carmen Fernández, cuyo arte no solo embellece, sino que también inspira.
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