
Este martes, el bloque del oficialismo de la provincia de San Luis logró la media sanción de un controvertido proyecto de ley que busca incorporar más personal a la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados. Con una mayoría de votos, la iniciativa fue aprobada, lo que habilitará la designación de al menos 50 nuevos funcionarios en la Legislatura.
El proyecto, presentado por el bloque oficialista, busca mejorar y fortalecer la tarea legislativa de ambas cámaras mediante la creación de nuevos cargos. Sin embargo, ha sido objeto de fuertes críticas por parte de la oposición, liderada por el senador Claudio Poggi, quien ha denunciado que el verdadero propósito detrás de esta iniciativa es establecer un “gobierno paralelo” y generar un “aguantadero” de empleados políticos “ñoquis” para proteger a los actuales funcionarios una vez que termine su mandato.
Los senadores Adolfo Castro Luna y Sergio Guardia, opositores al proyecto, expresaron su rechazo argumentando que esta ampliación de cargos incrementará la burocracia política y aumentará el gasto innecesario. Además, se cuestionó la falta de transparencia en el proceso, ya que el proyecto fue tratado en tiempo récord y con escaso tiempo para su análisis.
La senadora oficialista Diamela Freixes, argumentó que el objetivo del proyecto es fortalecer el trabajo legislativo, especialmente en el ámbito de las comisiones. Freixes mencionó que los legisladores actualmente se ven sobrecargados de tareas administrativas, lo que afecta su capacidad de análisis y estudio de las leyes. Según la propuesta, se crearía un cuerpo especial de directores de comisión con un total de 50 integrantes, distribuidos entre ambas cámaras.
El senador por Ayacucho, Diego García, lo consideró una “ley necesaria, superadora y que trae muchos beneficios”
La oposición insistió en que no es necesario aumentar el número de empleados políticos, y señaló la falta de transparencia en la selección de quienes ocuparán estos nuevos cargos, temiendo que se trate de nombramientos basados en amiguismos y favoritismos.
Durante la sesión, se puso en duda la necesidad de estos nuevos puestos, argumentando que la Legislatura cuenta con un alto número de empleados y que muchos de ellos no cumplen con sus funciones de manera adecuada. Además, se cuestionó que estos nuevos funcionarios percibirían salarios elevados en comparación con los empleados que realmente trabajan en la institución.
El presidente del Senado, el vicegobernador Eduardo Mones Ruiz, intervino en la sesión para defender la gestión actual y asegurar que no hay empleados que cobren sin cumplir con sus deberes en la Cámara de Senadores.
Finalmente, con seis votos a favor y dos en contra, el proyecto fue aprobado por el oficialismo, lo que generó descontento en la oposición, que ha expresado su preocupación por la falta de austeridad y la posible utilización de recursos públicos para fines políticos y clientelistas.
El proyecto pasará ahora a la Cámara de Diputados para su discusión y eventual aprobación definitiva. La polémica y el debate en torno a esta iniciativa continuarán en los próximos días.
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