
Monseñor Gabriel Barba encabezó una procesión desde la Escuela, con las imágenes de San Expedito y la Virgen del Rosario del Trono, hasta llegar al “Refugio Misionero”, donde se celebró la Eucaristía.
Un domingo muy particular vivieron los lugareños de Puerta del Sol, un lugar enclavado en las quebradas del bello norte puntano, en el Departamento General San Martín.
Monseñor Barba y el seminarista Santiago Pereyra, junto al grupo Misioneros de la Cruz, llegaron en la mañana de este domingo 1 de octubre a Puerta del Sol, para compartir una jornada cargada de fe, historia y sencillez, en un marco de belleza natural, que se esconde detrás de las sierras y senderos pedregosos.
A las 10:30 de la mañana se dio inicio a la procesión que partió de la Escuela, con las imágenes de San Expedito y la Virgen del Rosario del Trono.
Media hora de camino, para llegar al “Refugio Misionero”, donde se celebró la Santa Misa.
El Refugio, una pequeña construcción antigua, es el lugar donde las familias de la zona, sueñan con erigir una capilla.
Al terminar la eucaristía todos volvieron a la escuela, por el caminito irregular, bajo un sol abrazador. Llegó la comida y el brindis, siguió la sobremesa, se hizo presente la guitarra, el folklore, la poesía, el truco… y todo era simpleza y paz.
Llegó el momento de los presentes y agradecimientos. Miriam Luján tomó la palabra y presentó una carpeta con la historia del lugar y expresó al Obispo el entusiasmo de todos, de seguir trabajando juntos para que Puerta del Sol siga creciendo.
Antes de partir se bendijo una ermita del señor Carlos Ponce, a un kilómetro del lugar .
Fuente y fotos: Obispado de San Luis.
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