
¿Un epifenómeno? – Parte II
Según la Real Academia Española, un epifenómeno es un fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal y que no tiene influencia sobre él.De esta forma parece que se tratan las consecuencias económicas, sociales y culturales producidas por esta pandemia y por el aislamiento impuesto. Esto dejará cicatrices reales, en mayor o menor medida, en cada uno de nosotros, sobre todo en los que vivimos en grandes ciudades.
Es imposible negar los resultados positivos y la importancia del distanciamiento, pero limitarse a ello y negar su impacto es negligente.
Hablar de Salud es no limitarse solo a la salud física, ni siquiera a la salud mental, sino de algo mucho más amplio que es el bienestar social, que incluye fundamentalmente la vivienda digna y el trabajo genuino.
Asimismo, el Estado de bienestar, que reemplazó al desarrollo económico como medida de desarrollo social, incluye a la Salud Publica como uno de los principales pilares.
Es decir que todo tiene que ver con todo.
La recomendación sanitarista, acorde y de consenso, no puede ser la única (lo digo siendo medico).
Es muy evidente en todos los ámbitos, municipales, provinciales y nacionales, la falta de un programa o de un acuerdo en las políticas públicas, económicas y sociales, que deberían sostener lo anterior. El subsidio por sí solo, sabe a poco.
La comunidad política parece que no acompañó ni fue previsora de las medidas necesarias, para ayudar a la recuperación tras semejante impacto.
¡Cuidado con quiénes se aprovechan para justificar con pandemia su despotismo y manejo discrecional!
También se dejó en evidencia la fragilidad de la salud pública, nuestras pobres condiciones de trabajo y los honorarios penosos de quienes trabajamos en salud, que necesitamos de varios empleos para lograr un ingreso digno. Hay datos positivos: España, unos de los países con mayor mortalidad por millón de habitantes, hace días que modificó drásticamente su epidemiologia, con pocos fallecimientos y muchísimos menos ingresos a unidades de terapia intensiva.
¿Servirá esto vivido para algo? ¿Seremos capaces de aprender y mejorar? ¿O será solo un epifenómeno de nuestra historia?

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