El 21 de agosto de 2020 hablé por teléfono con Victoria Garay, que junto con su hermana Antonella estaban en Tierra del Fuego, y habían tramitado diez (si, diez) formularios de ingreso a la provincia de San Luis para poder ver a su padre, Martín, que tenía cáncer de pulmón y metástasis ósea y se encontraba muy grave.
Las hermanas Garay simplemente querían despedirse de su padre. Pero, aunque tenían un hisopado negativo, les rechazaban sistemáticamente el permiso de ingreso a nuestra provincia.
No es fácil hacer periodismo hiperlocal cuando los protagonistas de las noticias muchas veces son personas con las que te cruzas cotidianamente.
“El drama, se suma al drama que ya vive la familia de un hombre de Quines con una grave enfermedad y conmociona a una comunidad donde todos se conocen con todos“, empecé escribiendo ese día.
“Hoy corremos a contra reloj, mi padre está sumamente grave y me gustaría que el Comité de Crisis analice la situación y verá que el pedido es real y está más que justificado”, me dijo Victoria Garay con desesperación, esa mañana de agosto por teléfono.
Luego de pedirle autorización, no dudé en publicar el caso aún sabiendo que exponía una cuestión del fuero íntimo de la familia Garay. Fue la noticia que más visitas tuvo nuestro portal en la historia, pero es una de las que más tristeza me provoca recordar.
Luego de publicar esta noticia, la historia de “las hermanas que quieren despedirse de su padre” se viralizó y pasó a ocupar la tapa de los medios nacionales por varios días, que siguieron el recorrido contrareloj de las hermanas, como si se tratara de una película dramática.
La opinión p{ublica hizo una rápida analogía de la situación con lo sucedido por el padre de Solange Muse, que no pudo despedirse de su hija enferma de cáncer, cuando le impidieron el ingreso a Córdoba.
La historia tuvo el peor de los finales. Victoria y Antonela se encontraban viajando a la provincia cuando recibieron la noticia. Martín Garay falleció en las últimas horas del lunes 24 de agosto sin poder despedirse de sus hijas.
En este triste aniversario, me duele volver a leer la noticia. Me da tristeza y bronca. Casi tanta tristeza y bronca, como cuando veo las fotos del cumpleaños de Fabiola.
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